Reseña: La trilogía de Nueva York (Paul Auster)

Título: La trilogía de Nueva York

Título original: The New York trilogy

Autor: Paul Auster

Páginas: 272

Editorial: Booket

Año: 1939

Empieza la primera de las historias de La trilogía de Nueva York, Ciudad de cristal, con un escritor de novela policíaca que, por azar, se convierte en protagonista de una investigación real y se ve actuando como un detective por las calles de la ciudad de los rascacielos mientras se cuestiona quién es en realidad. En Fantasmas, se conforma un laberinto de búsquedas que Azul, el detective,deberá desentrañar. En La habitación cerrada, el protagonista recibe el encargo de buscar a un amigo de la infancia desaparecido que ha dejado una maleta llena de manuscritos inéditos que deseaba que fueran publicados, por razones un tanto confusas. Tres caras de una misma historia con la que Paul reinventa el género policíaco.

Descubrí a Paul Auster hace algún tiempo y siempre he visto muchas alabanzas para él y sus obras. Así que me empezó a llamar la atención y cuando tuve oportunidad me hice con uno de sus libros. Elegí La trilogía de Nueva York pues era del que más escuchaba o leía y la mayoría de gente habla muy bien de la historia. Son tres historias llamadas: Ciudad de cristal, Fantasmas y La habitación cerrada. Protagonizadas por personas al parecer diferentes aunque en un momento dado descubrimos la extraña forma con la que Auster juega con nosotros y conecta cada historia, lo que habíamos dado ya por hecho no es así en absoluto. Pero seré sincera y diré que me fue muy difícil encontrar el mensaje oculto y la conexión entre cada historia, además, dependerá del lector darle un significado y está claro que cada persona se quedará con impresiones distintas.

Dice la sinopsis que Auster reinventa la novela policíaca con esas historias, y no puedo dejar de estar de acuerdo con esa afirmación, aunque claro, no sé mucho del género. Pero sí les puedo decir que es cierto que las tres historias contenidas en esta trilogía de Nueva York se pueden encasillar en el género de la novela policíaca, pero también son historias muy fuera de lo común y sí, el autor le da la vuelta a la novela de detectives tal como la conocemos y eso me gustó (aunque tampoco es que sepa que no hay otras historias de ese estilo por ahí) pero a la vez, más allá de ser algo novedoso, algo distinto a lo que he leído, no me ha terminado de convencer. 

Tal vez me perdí algo, tal vez no tengo lo que falta para que me haya parecido algo maravilloso, que lo fue por momentos, pues disfruté en varios momentos con la lectura, pero la sensación de no entender totalmente lo que pasaba me molestó un poco y ahí es donde me doy cuenta que Auster no es un escritor para todos los gustos. Me ha gustado como narrador, la primera y la tercera historia me atraparon totalmente y destaco su habilidad para crear suspense o las escenas de pura acción, o sea, donde el detective va tras una pista y hace conjeturas y todo lo que la profesión requiere... y luego están las partes donde se estanca en el existencialismo. Qué si esto o aquello, que qué es lo que estamos haciendo o estamos destinados a ser y a hacer, que si todo es puro azar, etc. Y ahí me perdía y aburría porque contaba mucho y nada a la vez y creo que sería una mejor novela de ser puramente policíaca. Y bueno, azar es la palabra clave de este libro. Todo parece ser escrito al azar. No sabemos nunca con que nos va a salir el autor y eso le da otro punto y hace que sea muy difícil adivinar lo que sucederá. También el final de cada historia es muy inesperado y abrupto y me hizo pensar si en realidad era sólo un sueño del protagonista.

Pero no es que esto sea totalmente malo, pues como dije antes, disfruté bastante leyendo, pero la verdad es que mis expectativas no se cumplieron. Hablando de las historias en sí, mi favorita fue La habitación cerrada, la sentí más dinámica, sin tantas divagaciones y me pareció que había un nudo en la historia, un nudo que aunque no lo sea exactamente, era más palpable que en las historias anteriores. Y el final me dejó con dudas pero no tan grandes como en las otras. En cambio Fantasmas no me gustó casi nada. Les juro que nunca entendí el punto de la historia, a menos que haya sido todo sobre el rollo existencialista. Pues cada vez que creía que la verdad sería revelada o habría un mínimo de acción, volvía a lo mismo de antes y de pronto llegué al final y era como si no la hubiese leído o más bien, fue como despertar de forma repentina de un sueño super loco. Ciudad de cristal me gustó también, el final fue muy raro pero a lo largo de la historia sentí que de verdad me contaban algo que podría ser bueno, hubo misterio y el suspense estaba en el aire. El final me desconcertó bastante pero no tanto como el de Fantasmas.

Los protagonistas de cada historia de cierta forma son distintos, pero a la vez, gracias a esa conexión entre historias que mencioné, se podría decir que es la misma persona en una situación distinta. Aunque diré que me ha gustado especialmente Daniel Quinn y su filosofía de vida. Auster tiene un gran don para retratar personajes y para representar las emociones humanas. Fueron muchas las ocasiones en las que me encontré sintiendo lo mismo que el personaje y eso dice mucho a favor del autor. 

En conclusión, La trilogía de Nueva York ha sido una buena lectura, Auster es un buen narrador, no me acaba de convencer su estilo tan sujeto al azar, pero las tres historias de este libro tienen lo suyo y no descarto leer más de sus libros, tal vez la siguiente me enamore tal como ésta lo ha hecho con otros. Respecto a que no me haya gustado tanto, quizá solo sea cosa de acostumbrarme a la manera que tiene Paul Auster de contar historias, porque si algo tengo claro es que, aunque su estilo desesperante e intenso por momentos me desconcierte, ha captado bastante mi atención.

Puntuación: